Reconozco que uso mucho el pollo, pero es la alternativa barata para poder llegar a fin de mes. Tampoco hago recetas tradicionales como las lentejas o el cocido (de momento) porque con el calor que hace no es lo más recomendable.
En este caso, la receta surgió de forma espontánea, abriendo la nevera buscando con qué acompañar el pollo.
Tenía zanahorias, tomate natural y champiñones.
Picamos las zanahorias en rodajas, el tomate en cuadraditos y dejamos los champiñones enteros para que mantuvieran más el sabor. Introducimos en la cazuela y añadimos un chorro de vino blanco. Una vez bien reducido pasamos por la batidora y conseguimos la textura de salsa.
La salsa tiene un sabor predominante a champiñón aunque al final saca a relucir el toque de la zanahoria.
Por otra parte, freímos en una sartén los filetes de pechuga de pollo hasta que dejamos bien dorados por fuera.
Emplatamos los filetes con un poco de salsa para evitar que quede seco.
Y a disfrutar.
Saludos para esas doce personas que ya siguen mi pequeño acto de exhibicionismo online
quedaría mejor con un toque dulce, como las pasas
ResponderEliminarA mi me encanta como está. Sigue así
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